divendres, 14 de maig del 2010

Conclusión

Hace décadas que inició en China la reforma estructural de la economía. El desarrollo económico ha hecho inmensos progresos, habiéndose transformado profundamente la economía social, mientras la evolución de las zonas rurales y las prácticas agrícolas llamaban particularmente la atención mundial.
Sin embargo, las reformas que se realizan actualmente en China constituyen una tarea enorme y sin precedentes e, inevitablemente, los éxitos y las esperanzas que generan irán acompañados por dificultades. Sus problemas y contradicciones podrán resolverse sobre todo gracias a la sabiduría y la creatividad de los habitantes que viven en china.
Una pieza clave ha sido la influencia mutua de la reforma estructural y el desarrollo económico, que han estado estrechamente vinculados y condicionan en gran medida el proceso de industrialización y de modernización de China. Anteriormente había una tendencia a considerarlos por separado.


Después de décadas de esfuerzo y trabajo, China fue capaz de enseñarle al mundo la profunda convicción de que la reforma es la única esperanza de lograr un desarrollo sostenido, racional y acelerado; y que la reforma estructural de la economía es la única vía correcta hacia el desarrollo económico; y entonces una vez iniciadas la reforma y la apertura al mundo exterior, el campo de visión chino se amplió para abarcar al mundo entero.
China descartó la antigua idea de que una economía socialista es incompatible con una economía de mercado planificada y respondiendo a las leyes del mercado, adoptando el principio según el cual la economía planificada es algo primordial y la regulación del mercado algo secundario.
Por lo tanto, se puede concluir que el mercado es el mecanismo externo más importante para lograr la igualdad de oportunidades, una competencia equitativa y una mayor eficacia.

dijous, 13 de maig del 2010

La diplomacia del dólar y el yuan

Estados Unidos quiere que China aprecie el yuan con respecto al dólar para reducir su déficit comercial, pero China se resiste a permitirlo porque gran parte de su modelo de crecimiento está basado en subvencionar las exportaciones.
Éste es el punto de tensión más peligroso de las relaciones económicas internacionales y, posiblemente, lo seguirá siendo durante los próximos años. Una gestión exitosa del mismo permitiría asegurar que el crecimiento tras la crisis será más equilibrado y tendrá menores riesgos.
Pero si este delicado asunto termina generando un conflicto abierto entre la potencia hegemónica en declive (Estados Unidos) y la potencia hegemónica en auge (China), las consecuencias para el conjunto del sistema económico internacional podrían ser nefastas.
Por el momento, la Administración Obama, en contra de la opinión de la mayoría del Congreso, que pedía mano dura con China, ha optado por dar una oportunidad a la diplomacia económica y relajar las tensiones que se habían ido acumulando en los últimos meses. Ha retrasado la publicación del informe que iba a señalar a China como un país que manipula su divisa para obtener una ventaja comercial que considera ilegítima. Dicho informe habría abierto la puerta a sanciones unilaterales que habrían elevado la tensión a un nivel sin precedentes y, posiblemente, iniciado una guerra comercial.
De hecho, esta postura conciliadora, que el Secretario del Tesoro Geithner ha hecho explícita con una visita relámpago a China, contrasta con las posiciones de economistas como Krugman, que llegaron a afirmar que la política cambiaria china roba más de un millón de empleos estadounidenses al año, por lo que había que forzar a China a modificarla (Krugman olvidó mencionar que las multinacionales estadounidenses con inversiones en China se benefician enormemente de un yuan tan barato).
Con este gesto, Estados Unidos espera que China opte por volver a la senda de lenta pero continuada apreciación del yuan con respecto al dólar que tuvo lugar entre julio de 2005 y julio de 2008 (y que fue súbitamente interrumpida al estallar la crisis) sin que parezca que lo hace ante una amenaza directa norteamericana.
A China podría interesarle apreciar suavemente su moneda porque así podría controlar mejor la inflación (que está en niveles de dos dígitos), dejar de acumular reservas (ya tiene casi 2,5 billones de dólares) y aumentar el poder adquisitivo de sus ciudadanos (lo que daría además un empujón a la demanda mundial).
De hecho, sus dirigentes insisten en que volver a fijar el yuan al dólar hace veinte meses fue una decisión coyuntural destinada a reducir la incertidumbre ante la crisis financiera global, no un cambio de política a largo plazo. Sin embargo, China también tiene motivos para no querer revaluar.
La política cambiaria es el instrumento más eficaz que tiene para aumentar el crecimiento y el nivel de empleo, en el que se basa la legitimidad de su régimen político. Además, la promoción del sector exportador es clave en el aumento de la productividad, que a largo plazo es la variable fundamental para incrementar los sus niveles de renta per cápita.
Lenta apreciaciónPor lo tanto, aunque lo más probable es que en los próximos meses China retome la senda de la apreciación para aplacar temporalmente las tensiones proteccionistas y la fuerte retórica anti-china que domina hoy la política estadounidense, el yuan se encarecerá menos y más despacio de lo querríamos europeos y norteamericanos.
China seguirá sosteniendo (con parte de razón) que el déficit comercial de Estados Unidos responde a su bajo nivel de ahorro interno y que una fuerte apreciación del yuan sólo serviría para sustituir productos chinos por productos de otros países de salarios bajos, pero no mejoraría el saldo exterior norteamericano.
Y es que la estrategia de China ha sido, y seguirá siendo, la de comportarse como un hábil free rider del sistema internacional, que explota los claroscuros de las reglas globales sin asumir las responsabilidades que le corresponderían para contribuir a resolver los retos globales.
Por ello, aunque es probable que las tensiones entre China y Estados Unidos se vayan relajando, el conflicto se volverá a reproducir en el futuro, especialmente si la recuperación en Estados Unidos no crea empleo y se necesita buscar a un culpable externo.

dimarts, 11 de maig del 2010

La confianza de las multinacionales respecto a China ha aumentado


¿China mejor posicionada que Estados Unidos?

Las 500 mayores empresas chinas registraron mayores beneficios que las 500 primeras firmas estadounidenses en el primer semestre del año 2009, según publicó hoy el periódico oficial 'China Daily'.
El rotativo se hizo eco de un estudio elaborado por la Confederación Empresarial de China (CEC) y la Asociación de Directores de Empresas de China, que asegura que los beneficios netos del medio millar de compañías asiáticas alcanzaron los 170.600 millones de dólares (119.620 millones de euros).
Esta cifra supera ampliamente las ganancias de 98.900 millones de dólares (69.350 millones de euros) producidas por las 500 mayores empresas de Estados Unidos entre enero y junio de 2009.
Sin embargo, la crisis financiera y económica global se dejó sentir a ambos lados del Océano Pacífico, ya que los resultados de las empresas de los dos países empeoraron, aunque no con la misma intensidad.
Así, los 'pesos pesados' chinos obtuvieron unos beneficios un 12,4 por ciento inferiores respecto al primer semestre de 2008, pero las ganancias de la parte estadounidense se desplomaron hasta un 84,7 por ciento.
Según reconoció la revista económica norteamericana 'Fortune', se trata del peor hundimiento de resultados empresariales en los últimos 55 años.

Inversión de las empresas

La inversión de las empresas multinacionales extranjeras ha desempeñado un papel importante en la aplicación de la política de reforma y apertura en China, que está en el origen, junto a su inmensa capacidad de ahorro interno, de la profunda transformación económica y social que viene experimentando este país desde finales de la década de los setenta. Pero cuando la imagen de China como “taller del planeta” se extiende por todo el mundo, con su larga secuencia de explotación salvaje y opresión de numerosos colectivos de trabajadores, principalmente en las zonas económicas exclusivas, China se apresta a acelerar el paso en el camino de vuelta.
Este nuevo camino lo emprende realizando, cada vez más, importantes inversiones en el exterior y creando sus propias empresas multinacionales para discutir en pie de igualdad en el mundo de la globalización económica. Por otra parte, cabe advertir una singular reorientación de las inversiones extranjeras en los últimos años, en las cuales el porcentaje de investigación y desarrollo es cada vez mayor. China quiere otro destino.
Elevada inversión extranjera
El Imperio del Centro sigue manteniendo un nivel relativamente alto en la captación de IED. Durante 12 años consecutivos ha ocupado la primera posición entre los países y regiones en vías de desarrollo. Más de medio millón de empresas de inversión extranjera están implantadas en China, en sectores como la industria manufacturera, en primer lugar, pero también en las infraestructuras, los servicios y el comercio, con inversiones realizadas por un monto total de más de 600.000 millones de dólares. De las 500 mayores multinacionales del mundo, cerca de 450 han realizado inversiones en China, y buena parte de ellas han establecido en este país su oficina regional para Asia-Pacífico. Se estima que dos terceras partes de las empresas extranjeras implantadas en China han logrado ganancias, y las dos quintas partes de las multinacionales han tenido beneficios superiores al promedio internacional.
Entre las empresas multinacionales más importantes que se han implantado en China, conviene citar a Volkswagen, con dos grandes centros de producción en Shanghai y en Changchun, y más de cien centros de abastecimiento de repuestos esparcidos por todo el país, que la convierten en la mayor empresa automovilística de inversión mixta en el país asiático; Boeing, que ha desarrollado diferentes formas de implantación; Nokia, que tiene en China su principal centro de producción en el mundo; Microsoft, que cuenta con dos empresas de software de inversión mixta. Michelin, que es ya la empresa número uno en neumáticos en el país, etc.
En los últimos años, la confianza de las multinacionales respecto a China ha aumentado. Está por delante de cualquier otro país susceptible de recibir IED. Las florecientes ciudades del delta del río Perlas, una zona de arrozales hace diez años, se han convertido en el nuevo Manchester del siglo XX y XXI. Shunde se llama a sí misma la capital del horno microondas; aquí, en una de sus gigantes fábricas, se realiza el 40 por ciento de la producción global de este electrodoméstico. En el sur, en Shenzhen, se puede fabricar el 70 por ciento de las fotocopiadoras mundiales. Dongguan tiene 80.000 personas trabajando en una fábrica de zapatos para los chavales de todo el mundo...
El delta del río Perlas, de un tamaño equivalente a Bélgica, atrae mil millones de IED al mes y genera 10.000 millones de dólares en exportaciones en el mismo periodo. 30 millones de personas trabajan aquí en la manufactura, y todos los días sigue llegando gente de las zonas rurales, que huye de las difíciles condiciones de vida en el campo para sumergirse en las no menos duras condiciones de trabajo en la industria. Las multinacionales encuentran aquí una mano de obra barata, educada, dócil y sin apenas nivel de sindicalización. Las condiciones de trabajo, en especial, cuando deben nutrir los productos necesarios para alegrar nuestras fiestas, son verdaderamente duras en muchos casos. Los ejemplos en el sector de la juguetería son paradigmáticos: millones de mujeres haciendo jornadas de quince horas, siete días a la semana, manejando productos químicos sin apenas protección, con una semana de vacaciones al año.
Antes se armaban los ordenadores en las fábricas de Taiwán, ahora ese proceso se hace en China. Lo mismo pasa con la ropa, que antes cosían en Hong Kong; o los electrodomésticos, que antes se fabricaban en Japón. Todos se mudan a China. Precisamente por ello, los lugares que han visto desaparecer más plantas manufactureras son Hong Kong y Taiwán, además de otros países de la región. Y por eso también, muchos de los capitales invertidos en China en los últimos años son de matriz étnica propiamente china.

diumenge, 9 de maig del 2010

Exportaciones en China año 2007


La cuota de China en las exportaciones mundiales alcanzó en 2007 el 8,8 por ciento, cifra que la situó como el segundo mayor exportador, sólo detrás de Alemania, informó hoy martes el Buró Nacional de Estadísticas.

De acuerdo con una declaración emitida en la página web del organismo, el comercio exterior de China ha venido aumentando a un ritmo promedio anual de 17,4 por ciento, para llegar a los 2.173.700 millones de dólares de la actualidad, mientras que en 1978, cuando se iniciaron los procesos de reforma y apertura del país asiático, la cifra era de 20.600 millones.
Con los persistentes esfuerzos del gobierno para impulsar el comercio exterior y la inversión, las exportaciones de China subieron de 9.800 a 1.217.800 millones de dólares durante ese mismo período, mientras que las importaciones crecieron de 10.900 a 956. 000 millones de dólares, según la misma fuente.
China se ha esforzado para acelerar su participación en el proceso de globalización, especialmente después de su ingreso a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en diciembre del 2001, dijo la fuente.


La acción ha permitido a China tener uno de los más acelerados desarrollos en la historia. En cinco años a partir del año 2002, Las exportaciones e importaciones de China aumentaron a una tasa anual de 28,5 por ciento, superando la marca de un billón de dólares USA para el 2004 y superando los dos billones de dólares USA en el 2007.
Esto contrasta notablemente con las décadas previas antes de la reforma y la apertura del país, cuando China tardó 29 años en impulsar su volumen de comercio exterior a 20.000 millones de dólares USA.
En 1978 China era un país agobiado por un déficit comercial y tenía escasas reservas de divisas. Actualmente se ha convertido en el mayor poseedor de reservas de divisas en el mundo.
El espectro de productos exportados también avanzó de los productos primarios hacia los manufacturados finales, y de productos de labor intensiva a productos mecánicos y electrónicos así como de alta tecnología, se informa.
Los productos mecánicos y electrónicos representaron 57,6 por ciento en el año 2007, mientras los de alta tecnología representaron 28,6 por ciento.
La Unión Europea, Estados Unidos y Japón son los tres mayores socios comerciales de China, con un volumen comercial de 356.100 millones de dólares USA, 302.100 millones de dólares USA y 236.000 millones de dólares USA respectivamente.

dissabte, 8 de maig del 2010

Expo Mundial Shanghai

La ciudad Shanghái suele ser considerada centro comercial y financiero de China.El desarrollo moderno comenzó con las reformas económicas de 1992, una década después que muchas provincias del Sur, aunque Shanghái rápidamente superó estas provincia.

China está celebrando su Expo Mundial en Shanghai China 2010 por todo lo alto. Ha destinado una inversión cercana a los US$50,000 millones, mucho más de los US$43,000 millones que invirtió en los juegos olímpicos Beijing 2008, lo que es mucho decir.

El asunto es que para la República Popular China este evento es de suma importancia.

Se trata de la más grande exposición mundial que se realiza cada cuatro años en un país desarrollado, seleccionado luego de examinar un conjunto de condicionalidades.

Esta vez es la primera en que un país en vías de desarrollo consigue la sede para la Expo Mundial, la cual se inició el 1 de mayo y concluye dentro de seis meses, a finales de octubre.

Para los países sede de este evento extraordinario es de suma importancia la participación de todas las naciones del mundo, lo cual nunca se da con efectividad. Sin embargo, China, en su interés por demostrar su gran influencia económica mundial y de que los países democráticos acepten por igual estar presentes, especialmente los que están también en vías de desarrollo, decidió cubrir los gastos de muchas naciones que no tenían previsto participar.

Pocos países pobres sabían de la existencia de la Expo Mundial de cada cuatro años en naciones desarrolladas, y pocas naciones, tal vez ninguna, va a lograr lo que China está logrando: que todos los países del mundo, todos, estén presentes en el evento. A partir de ahora habrá un antes y un después de la Expo Mundial Shanghai China 2010.

Esto nos demuestra el gran potencial económico que China está teniendo hoy en día, logrando cosas que aún nadie había logrado. Eso si, gastando abundantes cantidades de dinero.


divendres, 7 de maig del 2010

El PIB Chino no para de crecer.


China tiene otra velocidad de crecimiento respecto al resto de los países asiáticos y el resto del mundo.
Mientras Occidente inicia una tímida recuperación de la crisis, el Producto Interior Bruto (PIB) chino creció en el primer trimestre 8,06 billones de yuanes, 880.000 millones de euros, un 11,9% más que en el mismo periodo de 2009.

La economía china supera así el crecimiento interanual de 5,7 puntos porcentuales registrado en los tres primeros meses del año pasado.

El dato supone el mayor ascenso de la economía asiática desde 2007.

Las ventas del comercio minorista aumentaron en los tres primeros meses de 2010 en un 17,9%. Los precios al consumidor también se incrementaron, un 2,2% en comparación con el primer trimestre del año pasado. Las inversiones en activos fijos aumentaron en un 25,6%.

La economía china capeó la tormenta de la crisis mejor que otros países, gracias al ingente programa estatal de estímulo y al aumento del volumen de los créditos otorgados por parte de los bancos.

El Gobierno chino ha proyectado un crecimiento nacional del 8% para 2010, que aumenta a un 9,5% en las previsiones del Banco Mundial. Al respecto, Xiaochao ha advertido que la segunda mitad del año supondrá "un gran reto" con una posible ralentización en el ritmo de crecimiento.

Tambien sabemos que la inversión en bienes de capital siguió creciendo a un ritmo sostenido en el primer trimestre de 2010, de 25,6% interanual, y la producción industrial creció un 19,6% , algo más que el 18% del último trimestre de 2009.



Este artículo de el día 15/04/2010 (Diario El Mundo), nos demuestra como China (país emergente) poco a poco se va convirtiendo en la mayor de las potencias económicas. Actualmente se encuentra en segundo lugar, ha superado a Japón.

Introducción sobre la China

China es uno de los países emergentes más importantes del momento.

Made in China” no es una frase casual, sino causal, a este país le costó decenas de años lograr lo que es ahora: Una de las economías más fuertes y sólidas del mundo, que compite con quien fuera el líder indiscutible hace años: Estados Unidos. Ahora eso es cosa del pasado, así es la era de la globalización: Bienvenido a la era china.